En Colombia

Los primeros registros históricos de la existencia de petróleo en Colombia se remontan a la conquista española, cuando las tropas de Gonzalo Jiménez de Quesada llegaron por el río Magdalena a La Tora, un caserío de los yariguíes situado en lo que hoy es Barrancabermeja.
En los alrededores encontraron lugares donde manaba un líquido negro y aceitoso que los yariguíes utilizaban como reconfortante corporal, entre otros usos. Los españoles lo usaron a su vez para impermeabilizar las embarcaciones. Siglos después ese aceite vendría a ser la base de lo que hoy es la industria colombiana del petróleo.
Desde los albores del siglo XX, cuando se inició la explotación del petróleo en Colombia, la política que ha regido a esta industria ha tenido diversos y profundos cambios por parte de los distintos gobiernos, en sus esfuerzos por mantener una producción de petróleo que abastezca el consumo nacional y de paso exporte los excedentes que le generen recursos adicionales a la nación.
En la búsqueda y extracción de hidrocarburos Colombia ha pasado de un sistema de concesión a un contrato de asociación con variables como el Factor R. Hoy, cien años después de los primeros hallazgos comerciales de crudo, cuenta con un modelo de contrato de exploración y producción muy competitivo internacionalmente.
Así mismo, la administración de esos recursos no renovables pasó de una empresa industrial y comercial del Estado -la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol-, que durante 52 años se encargó de gestionar el mapa de tierras y las reservas de hidrocarburos en el país, a la Agencia Nacional de Hidrocarburos –ANH-, unidad especial del Ministerio de Minas y Energía.
La Empresa Colombiana de Petróleos pasó a llamarse Ecopetrol S.A. y se convirtió en una sociedad pública por acciones con tres órganos de dirección: la Asamblea General de Accionistas, la Junta Directiva y el Presidente.
El petróleo colombiano es propiedad de la nación. EI gobierno mediante concesiones autoriza su explotación a varias compañías. El petróleo crudo es llevado por oleoductos a las refinerías, plantas dónde mediante la destilación se transforma en subproductos muy importantes como gases, combustibles, gasolina para automóviles y aviones, ACPM para carros pesados, queroseno, aceites lubricantes, parafina, vaselina, asfaltos y numerosos derivados tales como plásticos y resinas. Las principales refinerías son las de Barrancabermeja, Tibú, La Dorada, El Guamo y Cartagena. Se utilizan oleoductos para llevar el petróleo crudo y refinado. Colombia tiene 1.754 kilómetros de oleoductos, los más importantes son:
El de Galán a Mamonal 511 Km.
El de Tibú a Coveñas 409 Km.
El de Onrio a Tumaco 310 Km.
Una refinería de petróleo o destilería es una plataforma industrial destinada a la refinación del petróleo, por medio de la cual, mediante un proceso adecuado, se obtienen diversos combustibles fósiles capaces de ser utilizados en motores de combustión (gas oil, gasolina, etc.), aceites minerales, asfaltos y otros.
El último informe de taladros realizado por la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol) , con fecha de junio, mostró que al cierre del primer semestre del año en el país están operando apenas 20 equipos de un total de 210 que reportaron información, es decir, que el porcentaje que está en actividad es del 7,9 por ciento, mientras un poco más del 92 por ciento está sin operación.Y es que a pesar de la leve recuperación de los precios del petróleo durante la primera mitad del año, la cifra de taladros en actividad es inferior en un 74 por ciento a la reportada en el mismo periodo del año anterior, cuando 77 máquinas estaban en funcionamiento.Por su parte, el número de taladros “no operados” (taladros con y sin contrato, los cuales no están en actividad), pasó de 146 en junio de 2015 a 191 en el mismo mes de 2016, lo que refleja un incremento del 31,7 por ciento durante el periodo analizado.

En cuanto a los taladros libres (equipos sin contrato y sin operación), estos pasaron de 124 en el sexto mes del 2015 a 163 para igual mes de 2016, lo que refleja un aumento interanual del 31 por ciento.

De los 37 taladros que están ubicados en Cundinamarca, hay 36 fuera de funcionamiento y uno en operación, lo que constituye a esta región como la de mayor proporción de inactividad. Santander, por su parte, tiene un total de 38 equipos de los cuales solamente hay cuatro en operación; Antioquia, con 13 taladros disponibles, tiene uno realizando trabajos.

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